lunes, 4 de febrero de 2019

Signo, David Leo

Cuando vence en dos cuerpos la tormenta
su destreza con sal, no la coraza,
y la corriente de ser uno abraza
los apellidos y la vestimenta;

cuando la luna se encamina, lenta,
sin saber de sí misma, hacia una raza
de cazadores presas en la caza
y cruza por la noche y la reinventa;

cuando dos nos besamos, lo más digno
es la vida, que deja de ser signo
para ser vida. Queda en cien verdades

lo aún no pronunciado por la boca,
la luna es luna y luce y llena edades,
la mano es mano y ama lo que toca.


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